Del aire cae un súbito espanto
Huele a azufre mezclado con rocío,
Venido entre un olor de alcanfores.
Venido entre un olor de alcanfores.
A cieno huelen las carbonizadas flores
Y a repentina cizaña traída por el viento en movimiento.
Del aire cae un súbito espanto
De miedo y estupor resueltos en resudores,
Y un tornado de sombras y decolores
Al mundo deja su deslumbrado llanto.
Desparramada va brincando regando
árboles de todo tipo
como si fuese una manta que protege
cada rincón de la naturaleza cuando en realidad,
ésta grita auxilio.
Los lagos y ríos cambian su sabor
se tornan ácidos como el jugo de limón.
Pero ¿por qué estos cambios?
¿Qué fue lo que pasó con la virgen naturaleza
y toda su perfección?
Algunos dicen, es por culpa de la revolución de las industrias
que la lluvia ya no trae simplemente agua sino una disolución
de tóxicas sustancias.
Desde su origen hasta muy lejos, su efecto se hace notar:
Desde su origen hasta muy lejos, su efecto se hace notar:
Erosionando estructuras, dañando bosques y cosechas.
Polución del aire a través de las fronteras:
El impacto del azufre y su precipitación sobre la Tierra.
Industria que te alimentas de combustibles fosilizados.
Cómo duelen tus residuos de azufre oxidados,
Cuando arrastrados por los vientos y en sulfúrico transformados.
Precipitan como un diluvio que causa grandes estragos.
No queda duda que la lluvia ácida y el medio ambiente no pueden convivir
en el mismo pago.
El impacto del azufre y su precipitación sobre la Tierra.
Industria que te alimentas de combustibles fosilizados.
Cómo duelen tus residuos de azufre oxidados,
Cuando arrastrados por los vientos y en sulfúrico transformados.
Precipitan como un diluvio que causa grandes estragos.
No queda duda que la lluvia ácida y el medio ambiente no pueden convivir
en el mismo pago.